Feliz Año Nuevo
para todos!!!
De corazón les deseo lo mejor.
Felicidades!!!!
Naty
sábado, 31 de diciembre de 2011
miércoles, 28 de diciembre de 2011
Un año nuevo
Dicen que cuando se acerca fin de año los ángeles curiosos se sientan al borde de las nubes a escuchar los pedidos que llegan desde la tierra.
- ¿Qué hay de nuevo? -pregunta un ángel pelirrojo, recién llegado.
Lo de siempre: amor, paz, salud, felicidad...- contesta el ángel más viejo.
Y bueno, todas esas son cosas muy importantes.
Lo que pasa es que hace siglos que estoy escuchando los mismos pedidos y aunque el tiempo pasa los hombres no parecen comprender que esas cosas nunca van a llegar desde el cielo, como un regalo.
¿Y qué podríamos hacer para ayudarlos? - Dice el más joven y entusiasta de los ángeles.
¿Te animarías a bajar con un mensaje y susurrarlo al oído de los que quieran escucharlo? - pregunta el anciano.
Tras una larga conversación se pusieron de acuerdo y el ángel pelirrojo se deslizó a la tierra convertido en susurro y trabajó duramente mañana, tarde y noche, hasta 1os últimos minutos del último día del año.
Ya casi se escuchaban las doce campanadas y el ángel viejo esperaba ansioso la llegada de una plegaria renovada. Entonces, luminosa y clara, pudo oír la palabra de un hombre que decía:
"Un nuevo año comienza. Entonces, en este mismo instante, empecemos a recrear un mundo distinto, un mundo mejor:
sin violencia, sin armas, sin fronteras, con amor, con dignidad; con menos policías y más maestros, con menos cárceles y más escuelas, con menos ricos y menos pobres.
Unamos nuestras manos y formemos una cadena humana de niños, jóvenes y viejos, hasta sentir que un calor va pasando de un cuerpo a otro, el calor del amor, el calor que tanta falta nos hace.
Si queremos, podemos conseguirlo, y si no lo hacemos estamos perdidos, porque nadie más que nosotros podrá construir nuestra propia felicidad".
Desde el borde de una nube, allá en el cielo, dos ángeles cómplices sonreían satisfechos.
Del libro: "Cuentos para Niños de 8 a 108 II" - Pancho Aquino.
sábado, 24 de diciembre de 2011
Noche de Paz
Noche de paz, noche de amor,
Todo duerme en derredor.
Entre sus astros que esparcen su luz
Bella anunciando al niñito Jesús
Brilla la estrella de paz
Brilla la estrella de paz.
Noche de paz, noche de amor,
Todo duerme en derredor
Sólo velan en la oscuridad
Los pastores que en el campo están
Y la estrella de Belén
Y la estrella de Belén
Noche de paz, noche de amor,
Todo duerme en derredor;
sobre el santo niño Jesús
Una estrella esparce su luz,
Brilla sobre el Rey
Brilla sobre el Rey.
Noche de paz, noche de amor,
Todo duerme en derredor
Fieles velando allí en Belén
Los pastores, la madre también.
Y la estrella de paz
Y la estrella de paz.
Joseph Mohr 1816, Franz X Gruber 1818
Todo duerme en derredor.
Entre sus astros que esparcen su luz
Bella anunciando al niñito Jesús
Brilla la estrella de paz
Brilla la estrella de paz.
Noche de paz, noche de amor,
Todo duerme en derredor
Sólo velan en la oscuridad
Los pastores que en el campo están
Y la estrella de Belén
Y la estrella de Belén
Noche de paz, noche de amor,
Todo duerme en derredor;
sobre el santo niño Jesús
Una estrella esparce su luz,
Brilla sobre el Rey
Brilla sobre el Rey.
Noche de paz, noche de amor,
Todo duerme en derredor
Fieles velando allí en Belén
Los pastores, la madre también.
Y la estrella de paz
Y la estrella de paz.
Joseph Mohr 1816, Franz X Gruber 1818
miércoles, 21 de diciembre de 2011
La peregrinación (A la huella)
A la huella, a la huella José y María
Por las pampas heladas cardos y hortigas.
A la huella, a la huella cruzando campos,
no hay cobijo ni fonda, Sigan andando.
Florecita del campo, flor en el aire.
¿Si ninguno te aloja a dónde naces?
¿Dónde naces, florecita? Qué estás creciendo,
palomita asustada, grillo sin sueño.
A la huella, a la huella José y María
con un Dios escondido. Nadie sabía.
A la huella, a la huella los peregrinos
préstenme una tapera para el niño.
A la huella, a la huella soles y lunas
los ojitos de almendra piel de aceituna.
Ay, burrito del campo, ay buey mansito
Mi niño está viniendo, hagánle sitio.
Un ranchito de cinchas, sólo le ampara.
Dos alientos amigos, la luna clara.
A la huella, a la huella José y María
con un Dios escondido nadie sabía.
(Ariel Ramírez / Félix Luna)
sábado, 17 de diciembre de 2011
lunes, 12 de diciembre de 2011
EL MILAGRO DE LA NAVIDAD
Habían dado las vacaciones de navidad. En la función del colegio todos los padres aplaudían a sus hijos con alegría y entusiasmo. Alba se había vestido de pastorcilla y estaba muy contenta. A sus tres años, era la primera vez que actuaba delante de tanta gente y eso le ponía algo nerviosa, sin embargo todo su texto lo recito muy bien y sin equivocarse. Aunque no viera a sus amiguitos por unos días, Alba estaba feliz, era la época del año que mas le gustaba.
F
Le gustaba ver las luces de las calles alumbradas, y pasar a comprar castañas calentitas en el puesto que hacia esquina, era el de la señora Clara.
Faltaban dos días para Navidad, desde la ventana se podía ver como la blanca nieve había cubierto todos los arboles, las calles, los tejados, todo estaba nevado. Dentro de casa había un ambiente muy navideño que Alba y sus papas se habían encargado de crear.
Había abalorios de navidad por todas partes.
Alba estaba muy contenta porque su abuela había ido a pasar esos días con ellos. Su abuela se llamaba Ana, y era una persona bondadosa, honesta y comprensiva; era genial y la adoraba. Sabia las historias mas bonitas e impresionantes que nadie podía imaginar, y cuando Alba tenia un problema su abuela siempre estaba allí con la mejor solución. La quería muchísimo y se lo pasaban de maravilla cada vez que estaban juntas.
Su abuela y ella habían pasado la tarde jugando, haciendo vestidos para sus muñecas y contando adivinanzas. Sin embargo Alba estaba triste, pensaba que esas eran sus peores navidades y ni siquiera su abuela podría ayudarla. Sus papas no estaban en casa y seguramente no pasarían esas navidades con ella.
Antes de acostarse, su abuela,le contó un bonito cuento de Navidad,en el que decía que si pides un deseo con todas tus fuerzas se cumple gracias al milagro de la Navidad. Cuando terminó el cuento, le dio un beso muy grande de buenas noches a su abuela y pidió su deseo con todas sus fuerzas, igual que en la historia que le acababa de contar su abuela. Este era que sus papas volvieran pronto.
A la mañana siguiente se despertó algo confusa, oía hablar en el salón y a la vez alguien que lloraba.
Cual fue su sorpresa al ver que allí estaban sus papas y sus abuelos muy contentos. Su mama le dio un beso a Alba y le dijo:
Cariño, este es Alejandro, tu hermanito
Alba lo miro y pensó que era el bebe mas bonito que había visto nunca.
Pronto entendió quien era al que había oído llorar. Eran las mejores navidades que había pasado y se dio cuenta una vez mas que su abuela tenia razón:El Milagro de la Navidad existe.
F
Le gustaba ver las luces de las calles alumbradas, y pasar a comprar castañas calentitas en el puesto que hacia esquina, era el de la señora Clara.
Faltaban dos días para Navidad, desde la ventana se podía ver como la blanca nieve había cubierto todos los arboles, las calles, los tejados, todo estaba nevado. Dentro de casa había un ambiente muy navideño que Alba y sus papas se habían encargado de crear.
Había abalorios de navidad por todas partes.
Alba estaba muy contenta porque su abuela había ido a pasar esos días con ellos. Su abuela se llamaba Ana, y era una persona bondadosa, honesta y comprensiva; era genial y la adoraba. Sabia las historias mas bonitas e impresionantes que nadie podía imaginar, y cuando Alba tenia un problema su abuela siempre estaba allí con la mejor solución. La quería muchísimo y se lo pasaban de maravilla cada vez que estaban juntas.
Su abuela y ella habían pasado la tarde jugando, haciendo vestidos para sus muñecas y contando adivinanzas. Sin embargo Alba estaba triste, pensaba que esas eran sus peores navidades y ni siquiera su abuela podría ayudarla. Sus papas no estaban en casa y seguramente no pasarían esas navidades con ella.
Antes de acostarse, su abuela,le contó un bonito cuento de Navidad,en el que decía que si pides un deseo con todas tus fuerzas se cumple gracias al milagro de la Navidad. Cuando terminó el cuento, le dio un beso muy grande de buenas noches a su abuela y pidió su deseo con todas sus fuerzas, igual que en la historia que le acababa de contar su abuela. Este era que sus papas volvieran pronto.
A la mañana siguiente se despertó algo confusa, oía hablar en el salón y a la vez alguien que lloraba.
Cual fue su sorpresa al ver que allí estaban sus papas y sus abuelos muy contentos. Su mama le dio un beso a Alba y le dijo:
Cariño, este es Alejandro, tu hermanito
Alba lo miro y pensó que era el bebe mas bonito que había visto nunca.
Pronto entendió quien era al que había oído llorar. Eran las mejores navidades que había pasado y se dio cuenta una vez mas que su abuela tenia razón:El Milagro de la Navidad existe.
sábado, 10 de diciembre de 2011
El ratón Enriqueto
Enriqueto era un ratoncito tímido, de pelaje negro, dientes torcidos, ojos bizcos y oreja maltrecha. Se quedó huérfano de padre y madre y creció en compañía de otros ratones que hacían lo que podían para sobrevivir en un mercado de la ciudad de Guatemala. El día de Nochebuena, como de costumbre tenían hambre y decidieron salir a buscar comida entre los desperdicios de los contenedores que la gente iba llenando alrededor del mercado.
Nuestro amigo Enriqueto, que era muy hábil para detectar olores y sabores, era el jefe de la cuadrilla de buscadores y el que más y mejor comida conseguía para la familia ratonil. Esa mañana logró reunir trozos de jamón, pizza, chorizo, frijoles volteados, nachos, platanitos cocidos, pan francés y unas cuantas galletas navideñas. - ¡Qué placer!, dijo Enriqueto. Todos sus amigos se reunieron y empezaron su banquete navideño. Comieron hasta que casi reventaban sus panzas rechonchas y peludas.
A eso de las 8 de la noche, ya ni se movieron en sus cuevas de lo llenos que estaban. Sin embargo, Enriqueto decidió salir a ver si conseguía algo de postre. Cuando estaba por allí merodeando… ¡¡¡PUM!!!... lo atropelló un coche. Salió disparado al otro lado de la carretera y notó que algo caliente le salía del cuerpo. Tiene que ser sangre. Dios mío...me estoy muriendo... a donde iré a ir a parar: al cielo de los ratones o allí abajo ¿donde se asan?..., empezó a pensar Enriqueto. En esas estaba cuando ya no sintió nada más y desfalleció....
Cuando por fin abrió sus ojos, se vio rodeado de ratones vestidos de blanco, y dijo: "Entonces sí me morí y debo estar en el cielo". De pronto uno de ellos le habló, diciendo: - ¡¡Manito Enriqueto...por fin abriste tus ojos...estás vivo!! Un buen susto fue el que se llevó Enriqueto. Y lo que realmente había pasado fue que cuando sus compañeros oyeron que un coche se había estrellado contra el contenedor de basura que registraba Enriqueto, le vieron tendido en la acera. Inmediatamente lo cogieron y se lo llevaron a su cueva, le frotaron con alcohol el pecho, le estiraron las piernas y lo calentaron con mentol y candelas para que entrara en calor. Enriqueto, al verse vivo, no paraba de llorar de la alegría y juró no volver a portarse mal y ser tan glotón y comilón.
Nuestro amigo Enriqueto, que era muy hábil para detectar olores y sabores, era el jefe de la cuadrilla de buscadores y el que más y mejor comida conseguía para la familia ratonil. Esa mañana logró reunir trozos de jamón, pizza, chorizo, frijoles volteados, nachos, platanitos cocidos, pan francés y unas cuantas galletas navideñas. - ¡Qué placer!, dijo Enriqueto. Todos sus amigos se reunieron y empezaron su banquete navideño. Comieron hasta que casi reventaban sus panzas rechonchas y peludas.
A eso de las 8 de la noche, ya ni se movieron en sus cuevas de lo llenos que estaban. Sin embargo, Enriqueto decidió salir a ver si conseguía algo de postre. Cuando estaba por allí merodeando… ¡¡¡PUM!!!... lo atropelló un coche. Salió disparado al otro lado de la carretera y notó que algo caliente le salía del cuerpo. Tiene que ser sangre. Dios mío...me estoy muriendo... a donde iré a ir a parar: al cielo de los ratones o allí abajo ¿donde se asan?..., empezó a pensar Enriqueto. En esas estaba cuando ya no sintió nada más y desfalleció....
Cuando por fin abrió sus ojos, se vio rodeado de ratones vestidos de blanco, y dijo: "Entonces sí me morí y debo estar en el cielo". De pronto uno de ellos le habló, diciendo: - ¡¡Manito Enriqueto...por fin abriste tus ojos...estás vivo!! Un buen susto fue el que se llevó Enriqueto. Y lo que realmente había pasado fue que cuando sus compañeros oyeron que un coche se había estrellado contra el contenedor de basura que registraba Enriqueto, le vieron tendido en la acera. Inmediatamente lo cogieron y se lo llevaron a su cueva, le frotaron con alcohol el pecho, le estiraron las piernas y lo calentaron con mentol y candelas para que entrara en calor. Enriqueto, al verse vivo, no paraba de llorar de la alegría y juró no volver a portarse mal y ser tan glotón y comilón.
miércoles, 7 de diciembre de 2011
La historia del nacimiento de Jesús
Un 24 de diciembre, María y José iban camino de Belén para empadronarse tal y como había ordenado César Augusto. José iba caminando y María, a punto de dar a luz a su hijo, sentaba en un burro.
Meses atrás, el arcángel Gabriel había visitado a María para darle la noticia de que en su vientre llevaba al hijo de Dios, un niño al que tendría que llamar Jesús.
A su llegada a Belén, María y José buscaron un lugar para alojarse, pero llegaron demasiado tarde y todo estaba completo. Finalmente, un buen señor les prestó su establo para que pasaran la noche.
José juntó paja e hizo una cama para su esposa. Lo que ninguno de los dos imaginaba antes de trasladarse ese día a Belén es que era el momento de que naciera Jesús.
Meses atrás, el arcángel Gabriel había visitado a María para darle la noticia de que en su vientre llevaba al hijo de Dios, un niño al que tendría que llamar Jesús.
A su llegada a Belén, María y José buscaron un lugar para alojarse, pero llegaron demasiado tarde y todo estaba completo. Finalmente, un buen señor les prestó su establo para que pasaran la noche.
José juntó paja e hizo una cama para su esposa. Lo que ninguno de los dos imaginaba antes de trasladarse ese día a Belén es que era el momento de que naciera Jesús.
Un cuento sobre el origen de la Navidad
Al caer la noche, en el cielo nació una estrella que iluminaba más que las demás y se situó encima del lugar donde esta el niño.
Muy lejos de allí, en Oriente, tres sabios astrólogos llamados Melchor, Gaspar y Baltasar, sabían que esa estrella significaba que un nuevo rey estaba a punto de nacer.
Los tres sabios, a los que conocemos como Los Tres Reyes Magos, fueron siguiendo la brillante estrella hasta el pesebre de Belén para visitar a Jesús.
Cuando llegaron a su destino, Melchor, Gaspar y Baltasar buscaron el pesebre y le regalaron al Niño oro, incienso y mirra.
Hoy en día, de la misma forma que Los Reyes de Oriente llevaron regalos a Jesús, la noche del 24 de diciembre Papá Noel, y la noche del 6 de enero los Reyes Magos, llevan regalos a todas las casas para conmemorar el nacimiento del Niño.
Por eso no te olvides de dejar agua y galletitas o pan para los reyes Magos y sus camellos.
Muy lejos de allí, en Oriente, tres sabios astrólogos llamados Melchor, Gaspar y Baltasar, sabían que esa estrella significaba que un nuevo rey estaba a punto de nacer.
Los tres sabios, a los que conocemos como Los Tres Reyes Magos, fueron siguiendo la brillante estrella hasta el pesebre de Belén para visitar a Jesús.
Cuando llegaron a su destino, Melchor, Gaspar y Baltasar buscaron el pesebre y le regalaron al Niño oro, incienso y mirra.
Hoy en día, de la misma forma que Los Reyes de Oriente llevaron regalos a Jesús, la noche del 24 de diciembre Papá Noel, y la noche del 6 de enero los Reyes Magos, llevan regalos a todas las casas para conmemorar el nacimiento del Niño.
Por eso no te olvides de dejar agua y galletitas o pan para los reyes Magos y sus camellos.
domingo, 4 de diciembre de 2011
Cantemos Villancicos
Villancico es una composición musical, y la forma poética asociada, tradicional de España, Latinoamérica y Portugal. Estas piezas fueron populares entre los siglos XV y XVIII. Los villancicos eran originariamente canciones profanas con estribillo, de origen popular y armonizadas a varias voces. Posteriormente comenzaron a cantarse en las iglesias y a asociarse específicamente con la Navidad. Compositores notables de villancicos fueron entre otros Juan del Enzina, Pedro de Escobar, Francisco Guerrero, Gaspar Fernandes y Juan Gutiérrez de Padilla.
Actualmente, tras el declive de la antigua forma del villancico, el término pasó a denominar simplemente un género de canción cuya letra hace referencia a la Navidad y que se canta tradicionalmente en esas fechas. " Wikipedia.org.
Vamos pastorcillos
Vamos pastorcillos, vamos a Belén,
que en Belén acaba Jesús de nacer. (2)
Vamos pastorcillos, vamos a Belén,
que Dios ha nacido para nuestro bien. (2)
Esta feliz nueva debemos honrar,
y llenos de gozo a Dios alabar. (2)
Pobre humilde nace nuestro Redentor,
temblando de frío por el pecador. (2)
Suenan las campanas, cante el corazón,
todos a ser buenos que Cristo nació. (2)
Actualmente, tras el declive de la antigua forma del villancico, el término pasó a denominar simplemente un género de canción cuya letra hace referencia a la Navidad y que se canta tradicionalmente en esas fechas. " Wikipedia.org.
Vamos pastorcillos
Vamos pastorcillos, vamos a Belén,
que en Belén acaba Jesús de nacer. (2)
Vamos pastorcillos, vamos a Belén,
que Dios ha nacido para nuestro bien. (2)
Esta feliz nueva debemos honrar,
y llenos de gozo a Dios alabar. (2)
Pobre humilde nace nuestro Redentor,
temblando de frío por el pecador. (2)
Suenan las campanas, cante el corazón,
todos a ser buenos que Cristo nació. (2)
viernes, 2 de diciembre de 2011
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