1-*Salta que te salta y la colita le falta.
2-*Tiene cola y no es mono, tiene garras y no es oso,es muy larga su melena y su cuerpo muy hermoso.
3-*Dos hermanos sonrojados, juntos viven sin hablar, pero deben separarse, cuando quieren conversar.
4-*El roer es mi trabajo, el queso mi aperitivo,y el muy astuto gato es mi terrible enemigo.
5-*Una señora muy aseñorada, que siempre esta adentro y siempre mojada.
Respuestas
1-*
2-*
3-*
4-*
5-*
lunes, 30 de julio de 2012
sábado, 28 de julio de 2012
Vuelta a la Escuela
Cual bandada de palomas
que regresen al vergel,
Ya volvemos a la escuela
anhelantes de saber.
Ellas vuelven tras el grano
que las ha sustentar,
y nosotros, tras la idea,
que es el grano intelectual.
Saludemos a nuestra escuela
con cariño y gratitud,
que ella guarda el faro hermoso
que la mente baña en luz.
Ni un momento olvidamos
en los meses de solaz.
¡Nunca olvida la paloma
su querido palomar.
Virgilio Avila.
que regresen al vergel,
Ya volvemos a la escuela
anhelantes de saber.
Ellas vuelven tras el grano
que las ha sustentar,
y nosotros, tras la idea,
que es el grano intelectual.
Saludemos a nuestra escuela
con cariño y gratitud,
que ella guarda el faro hermoso
que la mente baña en luz.
Ni un momento olvidamos
en los meses de solaz.
¡Nunca olvida la paloma
su querido palomar.
Virgilio Avila.
martes, 24 de julio de 2012
Los sueños del sapo.
Una tarde un sapo dijo:
- Esta noche voy a soñar que soy árbol.
Y dando saltos, llegó a la puerta de su cueva. Era feliz; iba a ser árbol esa noche.
Todavía andaba el sol girando en la vereda del molino. Estuvo largo rato mirando el cielo. Después bajó a la cueva, cerró los ojos y se quedó dormido.
Esa noche el sapo soñó que era árbol.
A la mañana siguiente contó su sueño. Mas de cien sapos lo escucharon:
- Anoche fui árbol – dijo -, un álamo. Estaba cerca de unos paraísos. Tenía nidos. Tenía raíces hondas y muchos brazos como alas, pero no podía volar. Era un tronco delgado y alto que subía. Creí que caminaba, pero era el otoño llevándome las hojas. Creí que lloraba, pero era la lluvia. Siempre estaba en el mismo sitio, subiendo, con las raíces sedientas y profundas. No me gustó ser árbol.
El sapo se fue, llegó a la huerta y se quedó descansando debajo de una hoja de acelga.
Esa tarde el sapo dijo:
- Esta noche voy a soñar que soy río.
Al día siguiente contó su sueño. Más de doscientos sapos formaron rueda para oírlo.
- Fui río anoche – dijo-. A ambos lados, lejos tenía las riberas. No podía escucharme. Iba llevando barcos. Los llevaba y los traía. Eran siempre los mismos pañuelos en el puerto. la misma prisa por partir, la misma prisa por llegar. Descubrí que los barcos llevan a los que se quedan. Descubrí también que el río es agua que está quieta, es la espuma que anda; y que el río siempre está callado, es un largo silencio que busca orillas, la tierra, para descansar. Su música cabe en las manos de un niño; sube y baja por las espirales de un caracol. Fue una lástima. No vi una sola sirena; siempre vi peces, nada más que peces. No me gustó ser río.
Y el sapo se fue, volvió a la huerta y descansó entre cuatro palitos que señalaban los límites del perejil.
Esa tarde el sapo dijo:
- Esta noche voy a soñar que soy caballo.
Y al día siguiente contó su sueño. Más de trescientos sapos lo escucharon. Algunos vinieron de muy lejos para oírlo.
- Fui caballo anoche – dijo-. Un hermoso caballo. Tenía riendas. Iba llevando un hombre que huía. Iba por un camino largo. Crucé un puente, un pantano; toda la pampa bajo el látigo. Oía latir el corazón del hombre que me castigaba. Bebí en un arroyo. Vi mis ojos de caballo en el agua. Me ataron a un poste. Después vi una estrella grande en el cielo; después el sol; después un pájaro se posó sobre mi lomo. No me gustó ser caballo.
Otra noche soñó que era viento. Y al día siguiente dijo:
- No me gustó ser viento.
Soñó que era luciérnaga, y dijo al día siguiente:
- No me gustó ser luciérnaga.
Después soñó que era nube, y dijo:
- No me gustó ser nube.
Una mañana los sapos lo vieron muy feliz a la orilla del agua.
-¿Por qué estás tan contento? – le preguntron.
Y el sapo respondió.
- Anoche tuve un sueño maravilloso. Soñé que era sapo.
Javier Villafañe
sábado, 21 de julio de 2012
Sapos, nuestros amigos del jardín
Los sapos necesitan de nuestra protección, ya que hacen al equilibrio
ecológico.
Ellos se alimentan de orugas, babosas, caracoles y gran variedad de insectos que a su vez comen nuestras plantas.
Es muy importante que enseñemos a todos que nos rodean que los sapos necesitan de nuestro respeto y protección, tanto como perros, gatos y todo otro animal cercano al ser humano.
Ellos cuidan nuestro jardín y huerta, son los mejores jardineros.
Ellos se alimentan de orugas, babosas, caracoles y gran variedad de insectos que a su vez comen nuestras plantas.
Es muy importante que enseñemos a todos que nos rodean que los sapos necesitan de nuestro respeto y protección, tanto como perros, gatos y todo otro animal cercano al ser humano.
Ellos cuidan nuestro jardín y huerta, son los mejores jardineros.
miércoles, 18 de julio de 2012
Una rana, un sapo y una historia de amor
Belinda era una rana muy bonita y por sobre todas las cosas, muy soñadora. Gran lectora, pasaba sus horas a la orilla de la laguna, leyendo historias de amor. Sus favoritas eran las historias de princesas. Las leía una y otra vez. En la mayoría de ellas, las princesas se enamoraban de sapos, quienes luego de un mágico beso de amor, se convertían en apuestos príncipes. Precisamente ése era el mayor sueño de Belinda, tener un novio que no fuese un verde sapo con ojos saltones, sino un joven alto y bien parecido.
Su familia y amigos le decían que ello era imposible, pero la ranita siempre contestaba que, en materia de sueños, nunca estaba todo dicho.
Su madre trataba de hacerla entrar en razones, sin éxito alguno.
– Hija, no es bueno que sigas pensando en que un apuesto príncipe se fijará en ti. Mírate, por bonita que seas, no dejas de ser una rana.
– El amor todo lo puede – Contestó disgustada Belinda.
– El amor no te transformará en algo que jamás podrás ser – Replicó la madre.
Del otro lado de la laguna vivía Edmundo, un sapo muy apuesto que cantaba todo el día. Edmundo era alegre, bueno y gentil. Todas las ranitas jóvenes y las que no lo eran tanto, estaban enamoradas de él. Sin embargo, Edmundo tenía ojos sólo para Belinda.
Sabía perfectamente que Belinda esperaba un joven apuesto y no un sapo cantor, pero no se desanimaba. – El amor todo lo puede – Decía Edmundo a sus amigos. – El amor no te transformará en un ser humano – Contestaban ellos. Laguna por medio, sapo y rana soñaban con el verdadero amor, sólo que de manera diferente. Para Edmundo el amor ya tenía nombre, para Belinda –en cambio- era sólo una fantasía. Edmundo no tomaba coraje para cruzar la laguna y declararle su amor a la bella rana. – Ya llegará el momento oportuno, mi corazón me lo dirá – Pensó el sapo y siguió cantando. Una tarde, al terminar de leer por décima vez la misma historia de amor, la ranita tomó una decisión. – El secreto está en el beso … – Pensó – Entonces sólo es cuestión de repartir besos y de ese modo, quien sea mi amor, se transformará en un príncipe – Dijo decidida. Desde ese día, dejó los libros de lado y comenzó una afanosa búsqueda de los sapos jóvenes del lugar. Con tristeza, vio que ninguno de los que se le cruzaban por el camino le gustaba. – No importa – Dijo para sí – Seguro que luego del beso, alguno de ellos se transformará, me enamoraré y seré feliz por siempre. Y así fue que Belinda empezó a repartir besos a diestra y siniestra. Como era tan bonita, ningún sapo se negaba, muy por el contrario, hacían cola y esperaban pacientemente a ser besados. Un sapo y nada. Dos sapos y nada. Treinta y cuatro sapos y nada. Todos seguían siendo sapos. – Algo anda mal – Pensó Belinda – Los libros no pueden estar tan equivocados. – No son los libros los que están equivocados, sino tu concepto de cómo encontrar al amor de tu vida – Dijo su madre. Edmundo, por su parte, estaba al tanto de los besos que Belinda seguía repartiendo y las largas filas para recibirlos. El no quería ser de la partida. No conquistaría al amor de su vida haciendo una larga cola para recibir un beso, que –como único efecto- tendría una desilusión. Tomó una flor, la más bella que encontró, ensayó su mejor canción y fue en búsqueda de su amor. El sonido era tan hermoso que Belinda no podía concentrarse más que en la música y ya no sabía si besaba a un sapo, un tronco o un gusano. Algo especial sintió en su corazón cuando escuchó la voz de Edmundo y la melodía que cantaba, algo que desconocía por completo. Se dio vuelta esperando ver un apuesto joven cantando y lo único que encontró fue un apuesto sapo que cantaba en forma dulce y afinada. Para su sorpresa, no se desilusionó al ver que Edmundo era sapo hecho y derecho: con ojos saltones y varias verrugas. El sapo extendió la flor a la ranita y ésta la tomó agradecida. – ¿Y si lo beso? – Pensó Belinda – ¿Se transformará? Sin que pudiese seguir pensando demasiado, Edmundo tomó por sorpresa a la ranita y la besó él. Fue el beso más largo y hermoso que Belinda había recibido en su vida. Cuando abrió los ojos siguió viendo un sapo hecho y derecho que por supuesto, en nada se parecía a los jóvenes con los que siempre había soñado. No le importó. – ¿Aunque no sea un príncipe, tendré alguna posibilidad? – Preguntó tímido Edmundo. – Todas las que no están en los libros – Contestó feliz Belinda. Y aunque sapo y rana, fueron felices para siempre. Belinda se dio cuenta que los sueños no siempre resultan como uno los soñó y que su madre tenía razón. Aunque, a decir verdad, la bella rana no estaba del todo equivocada. En los sueños todo es posible y en éste dos animalitos se enamoraron como dos príncipes de cuentos. Descubrió, además, que si bien el amor no transforma sapos en seres humanos, sí transforma los corazones y el interior de cada uno de nosotros y nos hace ver al ser amado, tenga la forma que tenga, como el más apuesto de los príncipes. Fuente: http://www.encuentos.com/
Sabía perfectamente que Belinda esperaba un joven apuesto y no un sapo cantor, pero no se desanimaba. – El amor todo lo puede – Decía Edmundo a sus amigos. – El amor no te transformará en un ser humano – Contestaban ellos. Laguna por medio, sapo y rana soñaban con el verdadero amor, sólo que de manera diferente. Para Edmundo el amor ya tenía nombre, para Belinda –en cambio- era sólo una fantasía. Edmundo no tomaba coraje para cruzar la laguna y declararle su amor a la bella rana. – Ya llegará el momento oportuno, mi corazón me lo dirá – Pensó el sapo y siguió cantando. Una tarde, al terminar de leer por décima vez la misma historia de amor, la ranita tomó una decisión. – El secreto está en el beso … – Pensó – Entonces sólo es cuestión de repartir besos y de ese modo, quien sea mi amor, se transformará en un príncipe – Dijo decidida. Desde ese día, dejó los libros de lado y comenzó una afanosa búsqueda de los sapos jóvenes del lugar. Con tristeza, vio que ninguno de los que se le cruzaban por el camino le gustaba. – No importa – Dijo para sí – Seguro que luego del beso, alguno de ellos se transformará, me enamoraré y seré feliz por siempre. Y así fue que Belinda empezó a repartir besos a diestra y siniestra. Como era tan bonita, ningún sapo se negaba, muy por el contrario, hacían cola y esperaban pacientemente a ser besados. Un sapo y nada. Dos sapos y nada. Treinta y cuatro sapos y nada. Todos seguían siendo sapos. – Algo anda mal – Pensó Belinda – Los libros no pueden estar tan equivocados. – No son los libros los que están equivocados, sino tu concepto de cómo encontrar al amor de tu vida – Dijo su madre. Edmundo, por su parte, estaba al tanto de los besos que Belinda seguía repartiendo y las largas filas para recibirlos. El no quería ser de la partida. No conquistaría al amor de su vida haciendo una larga cola para recibir un beso, que –como único efecto- tendría una desilusión. Tomó una flor, la más bella que encontró, ensayó su mejor canción y fue en búsqueda de su amor. El sonido era tan hermoso que Belinda no podía concentrarse más que en la música y ya no sabía si besaba a un sapo, un tronco o un gusano. Algo especial sintió en su corazón cuando escuchó la voz de Edmundo y la melodía que cantaba, algo que desconocía por completo. Se dio vuelta esperando ver un apuesto joven cantando y lo único que encontró fue un apuesto sapo que cantaba en forma dulce y afinada. Para su sorpresa, no se desilusionó al ver que Edmundo era sapo hecho y derecho: con ojos saltones y varias verrugas. El sapo extendió la flor a la ranita y ésta la tomó agradecida. – ¿Y si lo beso? – Pensó Belinda – ¿Se transformará? Sin que pudiese seguir pensando demasiado, Edmundo tomó por sorpresa a la ranita y la besó él. Fue el beso más largo y hermoso que Belinda había recibido en su vida. Cuando abrió los ojos siguió viendo un sapo hecho y derecho que por supuesto, en nada se parecía a los jóvenes con los que siempre había soñado. No le importó. – ¿Aunque no sea un príncipe, tendré alguna posibilidad? – Preguntó tímido Edmundo. – Todas las que no están en los libros – Contestó feliz Belinda. Y aunque sapo y rana, fueron felices para siempre. Belinda se dio cuenta que los sueños no siempre resultan como uno los soñó y que su madre tenía razón. Aunque, a decir verdad, la bella rana no estaba del todo equivocada. En los sueños todo es posible y en éste dos animalitos se enamoraron como dos príncipes de cuentos. Descubrió, además, que si bien el amor no transforma sapos en seres humanos, sí transforma los corazones y el interior de cada uno de nosotros y nos hace ver al ser amado, tenga la forma que tenga, como el más apuesto de los príncipes. Fuente: http://www.encuentos.com/
martes, 17 de julio de 2012
jueves, 12 de julio de 2012
Acertijos
*1- ¿Qué animal tiene en su nombre las cinco
vocales?
*2- ¿Qué palabra de cuatro letras contiene seis?
*3- ¿Cuál es el día más largo de la semana?
*4- ¿Cuál es la provincia Argentina que hace más
actividad física?
* 5- ¿Cuál es el mes más corto?
*6- ¿Cuál es la provincia Argentina que se escribe
igual al derecho que al revés?
*7- ¿Cuál es el vegetal que, leído al revés, se
convierte en animal?
*8- ¿Qué nombre de árbol tiene las cinco vocales?
*9- ¿Qué letra es la última en irse?
*10- ¿Cuál es la profesión más alegre?
*1-El murciélago.
*2-seis.
*3-El miércoles, porque es el que tiene más letras.
*4-Salta
*5-Mayo (sólo tiene cuatro letras)
*6-Neuquén
*7-Arroz / zorra.
*8-Eucalipto.
*9-La letra «e».
*10- El barrendero porque siempre va riendo
(barriendo)
domingo, 8 de julio de 2012
9 de julio: Día de la Independencia Nacional
CASITA DE TUCUMÁN
Te dibujé tantas veces
Te dibujé tantas veces
con tus paredes inmensas,
una puerta bostezando
y columnas como trenzas.
Las ventanas algo curvas
muy derechitas las rejas
y arriba, bien colorados,
dos voladitos de tejas.
El aljibe no se ve
pero igual yo lo dibujo
rodeado con diez macetas
en este patio de lujo.
Afuera dos naranjitos
perfumando la vereda;
te adorno con pajaritos
y cinta de escarapela.
Graciela Oroño
Problemas de diccionario
Hubo en día en que la letra H se despertó de muy mal humor. Temprano por la mañana, se levantó de su cama y se sirvió un humeante café con leche.
Sentada en su silla preferida, la letrita pensaba en que nadie le daba la importancia que realmente tenía.
-Dicen que soy muda –Protestó en voz alta.
- Es cierto que no me pronuncio, pero eso no quiere decir que no exista –Agregó.
-¿De qué te quejás? –Preguntó la J que también estaba desvelada por problemas de abecedario.
-Los niños se olvidan de escribirme y muchos adultos también.
-Yo no estoy mucho mejor que vos. A mi todos me confunden con mi prima. Son pocos los que parecen saber cuándo se usa una J y cuando una G.
Ya hemos tenido muchos problemas porque ella dice que es más famosa que yo y eso no lo puedo permitir.
- A vos por lo menos te escriben ¿Pero a mi? Ni eso. A veces pienso que si no existiese sería lo mismo para todos.
- Bueno, me parece que te estás exagerando un poco.
- No me tienen en cuenta cuando voy adelante y menos aún cuando voy última y como soy silenciosa, nadie percibe mi presencia cuando hablan, sólo se acuerdan de mí cuando escriben y muchos no lo hacen- Y comenzó a llorar con desconsuelo.
La jota, no sabía qué hacer para consolar a su amiga
-Bueno, pensá que no sos la única que tiene problemas. La pobre W se queja porque no han creado muchas palabras con ella, la LL porque la pronuncian como una Y, la Y dice que sólo la usan para unir a la gente y que no tiene lugar propio. La Ñ porque le pesa esa especie de moño, la X ni te cuento ¡Está que arde la pobre!
- Creo que tenés razón, pensándolo de ese modo…
-¡Visto! El otro día la K me decía que tanta indiferencia le duele. Se hizo muy amiga de las balanzas, gracias a ellas se siente más apreciada y ni qué hablar de la CH que ya casi está es desuso, ella sí que tiene derecho a quejarse ¿No te parece?
- Por lo que veo, todas tenemos problemas.
-Y no sólo nosotras, los pobres acentos ya no saben qué hacer para que se acuerden de ellos. Hay idiomas que no los usan, pero otros muchos sí y tampoco tienen suerte allí. Es muy dura la vida de la escritura.
La J continuó:
-Si ir más lejos, las P y las B están muy enojadas con las M porque siempre se ponen adelante de ellas
-Es cierto, no me había puesto a pensar en eso. Me hubiera gustado ser una vocal, todo hubiera sido diferente.
- No creas, ellas se quejan también.
- ¿Y de qué se quejan, si se puede saber? Son las más usadas, las que primero aprenden los niños ¡Ya quisiera yo ser una de ellas!
-Precisamente de eso, dicen que se abusan de ellas, que no hay palabra que no las tenga y no es lo único.
La H escuchaba atentamente, sin poder creer que las vocales tuviesen problemas como ella los tenía.
-La A está muy cansada la pobre, dice que los médicos hacen abuso de su uso, porque a los niños que les duele la garganta, le hacen sacar la lengua y decir “aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa”
-Es cierto, escuché acerca de eso.
- La i protesta porque la confunden con la Y y la E porque la creen una indecisa ¿Has visto que la gente que duda se queda diciendo “eeeeh”?
La H seguía escuchando, un poco sorprendida, las desventuras que sufrían las vocales.
-¿Y las U y las O? –Preguntó curiosa.
- Mira la U es muy amiga de mi prima, están mucho juntas, lo mismo que con la Q y también se queja pues dice que ella bien solita se las puede arreglar.
- ¿Y las O? ¿Qué les pasa a ellas?
-Están de peor humor que tu porque las confunden con los ceros ¡Imaginate, confundir números con letras!
-¡Vaya, no soy la única que tiene problemas! –Exclamó la H.
-Te repito, amiga, es dura la vida de la escritura ¿Qué tal si seguimos desayunando y cambias tu humor?
-Tienes razón ¿Quieres un café bien humeante?
-Prefiero un jugo, si no es molestia.
- ¿Huevos revueltos tal vez?
- Jamón, por favor.
- ¿Y si le decimos a la Z que venga? La pobre dice que siempre queda última.
Desconozco autor.
Sentada en su silla preferida, la letrita pensaba en que nadie le daba la importancia que realmente tenía.
-Dicen que soy muda –Protestó en voz alta.
- Es cierto que no me pronuncio, pero eso no quiere decir que no exista –Agregó.
-¿De qué te quejás? –Preguntó la J que también estaba desvelada por problemas de abecedario.
-Los niños se olvidan de escribirme y muchos adultos también.
-Yo no estoy mucho mejor que vos. A mi todos me confunden con mi prima. Son pocos los que parecen saber cuándo se usa una J y cuando una G.
Ya hemos tenido muchos problemas porque ella dice que es más famosa que yo y eso no lo puedo permitir.
- A vos por lo menos te escriben ¿Pero a mi? Ni eso. A veces pienso que si no existiese sería lo mismo para todos.
- Bueno, me parece que te estás exagerando un poco.
- No me tienen en cuenta cuando voy adelante y menos aún cuando voy última y como soy silenciosa, nadie percibe mi presencia cuando hablan, sólo se acuerdan de mí cuando escriben y muchos no lo hacen- Y comenzó a llorar con desconsuelo.
La jota, no sabía qué hacer para consolar a su amiga
-Bueno, pensá que no sos la única que tiene problemas. La pobre W se queja porque no han creado muchas palabras con ella, la LL porque la pronuncian como una Y, la Y dice que sólo la usan para unir a la gente y que no tiene lugar propio. La Ñ porque le pesa esa especie de moño, la X ni te cuento ¡Está que arde la pobre!
- Creo que tenés razón, pensándolo de ese modo…
-¡Visto! El otro día la K me decía que tanta indiferencia le duele. Se hizo muy amiga de las balanzas, gracias a ellas se siente más apreciada y ni qué hablar de la CH que ya casi está es desuso, ella sí que tiene derecho a quejarse ¿No te parece?
- Por lo que veo, todas tenemos problemas.
-Y no sólo nosotras, los pobres acentos ya no saben qué hacer para que se acuerden de ellos. Hay idiomas que no los usan, pero otros muchos sí y tampoco tienen suerte allí. Es muy dura la vida de la escritura.
La J continuó:
-Si ir más lejos, las P y las B están muy enojadas con las M porque siempre se ponen adelante de ellas
-Es cierto, no me había puesto a pensar en eso. Me hubiera gustado ser una vocal, todo hubiera sido diferente.
- No creas, ellas se quejan también.
- ¿Y de qué se quejan, si se puede saber? Son las más usadas, las que primero aprenden los niños ¡Ya quisiera yo ser una de ellas!
-Precisamente de eso, dicen que se abusan de ellas, que no hay palabra que no las tenga y no es lo único.
La H escuchaba atentamente, sin poder creer que las vocales tuviesen problemas como ella los tenía.
-La A está muy cansada la pobre, dice que los médicos hacen abuso de su uso, porque a los niños que les duele la garganta, le hacen sacar la lengua y decir “aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa”
-Es cierto, escuché acerca de eso.
- La i protesta porque la confunden con la Y y la E porque la creen una indecisa ¿Has visto que la gente que duda se queda diciendo “eeeeh”?
La H seguía escuchando, un poco sorprendida, las desventuras que sufrían las vocales.
-¿Y las U y las O? –Preguntó curiosa.
- Mira la U es muy amiga de mi prima, están mucho juntas, lo mismo que con la Q y también se queja pues dice que ella bien solita se las puede arreglar.
- ¿Y las O? ¿Qué les pasa a ellas?
-Están de peor humor que tu porque las confunden con los ceros ¡Imaginate, confundir números con letras!
-¡Vaya, no soy la única que tiene problemas! –Exclamó la H.
-Te repito, amiga, es dura la vida de la escritura ¿Qué tal si seguimos desayunando y cambias tu humor?
-Tienes razón ¿Quieres un café bien humeante?
-Prefiero un jugo, si no es molestia.
- ¿Huevos revueltos tal vez?
- Jamón, por favor.
- ¿Y si le decimos a la Z que venga? La pobre dice que siempre queda última.
Desconozco autor.
miércoles, 4 de julio de 2012
GUIÑOS CON CARIÑO (Con la letra EÑE)
La
araña
Patraña
y el pequeño Ñu
viajaron a España.
y el pequeño Ñu
viajaron a España.
Patraña
acompaña
con muy malas mañas,
a la tía de Toño
ceñida a su moño.
con muy malas mañas,
a la tía de Toño
ceñida a su moño.
El
pequeño Ñu
con cara risueña,
viaja en el guiñol
de un niño español
con cara risueña,
viaja en el guiñol
de un niño español
hijo
de Carmiña,
la dueña extremeña
de un zoo muy extraño
donde hay musarañas
que sueñan campiñas,
cigüeñas trigueñas
que tejen pañales,
pirañas que enseñan
a pescar sin caña
y un ñandú huraño
que llegó este año
lleno de legañas
con ceño fruncido
y pelo teñido.
la dueña extremeña
de un zoo muy extraño
donde hay musarañas
que sueñan campiñas,
cigüeñas trigueñas
que tejen pañales,
pirañas que enseñan
a pescar sin caña
y un ñandú huraño
que llegó este año
lleno de legañas
con ceño fruncido
y pelo teñido.
La
araña
Patraña
y el pequeño Ñu
cuentan en el baño
cómo fue el engaño
de esta gran hazaña
de su viaje a España.
y el pequeño Ñu
cuentan en el baño
cómo fue el engaño
de esta gran hazaña
de su viaje a España.
(Maribel
Lacave - del Libro "La abuela majareta")
lunes, 2 de julio de 2012
El abecedario
Cinco sin las "vocales"
que conoces tú
y es fácil nombrearlas:
a-e-i-o-uPara pronunciarlas necesitamos un sólo sonido.
Las demás letras del abecedario
se llaman "consonantes" y son:
b-c-d-f-g-h-j-k-l-m-n-
ñ-p-q-r-s-t-v-w-x-y-zPara pronunciarlas necesitamos la ayuda de las vocales,
por ejemplo: be,ce, de, efe, ge, hache, jota, ka....
Todas juntas forman el abecedario:
Que está formado por 27 símbolos.
Suscribirse a:
Entradas
(
Atom
)