Cinco juegos infantiles ideales para las vacaciones.
Tierra, mar (y aire)
Es un juego sencillo, muy sencillo, pero que además es muy divertido.
Lo importante es eso, que los niños se lo pasen bien, pero si queréis una explicación un poco más técnica de lo que se logra con este juego deciros que mejora la coordinación corporal, mejora el salto y desarrolla la atención.
Es para niños de a partir de 3 años, y es tan simple como dividir el lugar en el que estén en dos mediante el trazo de una línea.
Puede dibujarse con tiza en el suelo, o pegar un trozo de cinta aislante, o si estamos en la playa hacer la línea en la arena. Uno de los lados será tierra y el otro mar.
Los niños se sitúan todos a un lado y el adulto tiene que ir diciéndoles cuál es el próximo destino.
Al grito de “¡Tierra!”, los niños deben saltar al lado correcto, y cuando gritamos “¡Mar!”, volver al otro lado de la línea.
La gracia está en ir repitiendo de vez en cuando para que salten en el lugar donde ya están (“¡Tierra, Tierra, Mar, Mar, Tierra, Mar, Mar!”).
El cambio de una a otra debe empezar lento, para que cojan el truco. Poco a poco iremos haciéndolo más rápido. Cuando un niño falle queda apartado hasta la siguiente partida.
Si los niños son ya mayores de 5-6 años podemos añadir un elemento de dificultad, el aire, para poder alternar entre tierra, mar y aire.
Un lado de la línea será el mar, la línea será tierra y el otro lado de la misma será aire.
Así deberán pisar la línea cuando digamos tierra y uno u otro lado si decimos mar o aire.
La araña peluda
Este juego tiene como objetivo aprender a jugar en un espacio delimitado, ayuda a desarrollar la carrera y la marcha, ayuda a que los niños sigan ciertas normas y lo más importante, les divierte.
Debemos crear un espacio delimitado de unos 10 metros, con una línea a cada uno de los lados.
En medio se debe situar un niño, que será la araña peluda.
El resto de niños se deben colocar detrás de una de las líneas.
El grupo de niños le preguntan a la araña peluda si pueden pasar:
“Araña peluda: ¿podemos pasar?”.
Y la araña peluda, que no quiere ser molestada, responderá siempre con alguna excusa:
“No, que me estoy peinando”, “No, que estoy comiendo”, “No, que me estoy pintando las uñas”, “No, que estoy cosiendo una bufanda”, etc. (si los niños son pequeños se puede simplificar, gritando la araña “¡Araña!” y respondiendo los niños “¡Peluda!”, empezando ya el juego).
Los niños, sin embargo, no le hacen caso, y corren todos para pasar al otro lado.
La araña deberá entonces tratar de cazar a los niños.
Aquellos a los que toque serán también arañas.
En principio deben darse la mano y correr sólo de lado a lado, permaneciendo en el medio del circuito (sin libertad para ir adelante y atrás).
Ahora bien, si los niños son pequeños se puede hacer con libertad de movimientos e incluso siendo arañas sin ir de la mano.
El juego sigue hasta que sólo queda uno.
Niños jugando al aire libre
Cazando la bola papel
Este es para niños de a partir de 4-5 años, es un juego con equipos en el que necesitamos botellas de agua de 1,5 litros (tantas como niños haya), papel de periódico y cinta scotch.
Debemos cortar las botellas más o menos por la mitad y los niños se quedan con la parte de la boquilla, que será el mango.
Con el papel de periódico hacemos una pelota y la pegamos con cinta scotch.
Pueden utilizarse pelotas de tenis o de ping pong, pero el mejor resultado se obtiene con una de papel porque no bota y porque si le da a un niño no hace daño.
Si por ejemplo hay 4 niños, hacemos dos equipos de dos niños, cada uno con su botella, y unos lanzan la pelota a los otros.
El que la recoge en la botella lanza de nuevo la pelota al otro equipo, que debe recogerla también para volver a lanzarla.
Las reglas quedan un poco a la elección de cada cual. Se puede jugar sin contar puntos y se puede jugar contando, por ejemplo, ganando el que caza la pelota 10 veces.
Es un juego que les ayuda a desarrollar la atención, la orientación en el espacio y la destreza tanto a la hora de recoger como a la hora de lanzar una pelota.
“Stop”
Es un juego para todas las edades, porque es el pilla-pilla de toda la vida con una salvedad, que aquel que es perseguido tiene la posibilidad de evitarlo diciendo “¡Stop!”.
En ese momento el niño que lo dice no puede ser pillado, pero debe quedarse quieto, con las piernas abiertas y los brazos en cruz, hasta que otro le salve.
Para salvarle, otro niño debe pasar por debajo de sus piernas.
En ese momento el niño podrá volver a correr.
Niños jugando al aire libre
“Memory” con tapones
Para esos momentos de las vacaciones en que llueve, o si queremos jugar un poco de manera tranquila sin que acaben sudando como fuentes, podemos jugar al “memory” de toda la vida, el juego de buscar parejas escondidas, ganando cuando encuentras a la pareja pudiendo elegir de nuevo dos elementos más, pero hecho con tapones.
Puede ser con los tapones del agua, o de las botellas de refrescos.
En el interior tendremos que poner las parejas, que haremos con lo que queramos.
A bote pronto se me ocurre que se pueden tomar los personajes de las cajas de cereales, que se repiten varias veces en una caja.
También podemos sacarlos de alguna revista infantil, no siendo necesario que las caras sean exactamente iguales, sino que sean el mismo personaje.
Es un juego para niños de a partir de 3-4 años, hecho también con material reciclado y que ayuda a desarrollar la memoria de los niños.
Los niños “azúcar”
Tras explicaros los cinco juegos, sólo queda añadir que como en vacaciones y en según qué ambientes lo más habitual es que jueguen niños de diferentes edades, los pequeñitos tienen que ser considerados niños “azúcar”.
Esto quiere decir que los niños más grandes deben hacer la vista gorda con ellos, pues se saltarán más de una norma.
Es decir, pueden jugar, tienen que jugar, para aprender y divertirse, pero tienen que poder seguir jugando aún cuando sean eliminados, porque por su edad, si no, pasarían más rato sin jugar que jugando.
Por ejemplo, en el de la araña peluda, aún cuando sean pillados, deberían poder seguir corriendo de un lado a otro, porque lo más probable es que les parezca más divertido hacer eso que no quedarse con los demás a cazar.
En el de Tierra y mar, lo mismo, es muy probable que al primer o segundo salto fallen.
No es plan de eliminarles.
Son los niños azúcar, juegan, participan, pero no cuentan.
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