En la antigüedad –estamos hablando de culturas como la egipcia, fenicia y persa-, se creía que el mundo había nacido de un huevo. De ahí que este alimento se haya convertido en símbolo de vida y en uno de los protagonistas de las celebraciones paganas por la llegada de la primavera. Hasta ese momento, el huevo aludía al renacimiento de la tierra.
Siglos más tarde, los cristianos adoptaron esta costumbre y le dieron un nuevo significado: el huevo como símbolo de la resurrección de Jesús. ¿Ahora entiendes por qué la “caza” de huevos de Pascua se hace el domingo?
Si ahondamos un poquito más, encontraremos que los cristianos ortodoxos suelen teñir los huevos de color rojo para representar la sangre de Cristo derramada en la cruz; y que en el acto de romper la cáscara del huevo rememoran el momento en que se abrió el sepulcro cuando Jesús resucitó.
Incluso, un documental de The History Chanel sobre María Magdalena señala que después de la ascensión de Cristo, María fue a darle la noticia al emperador de Roma, quien le dijo “Cristo se ha elevado así como este huevo es rojo”, señalando uno que tenía en su mesa. Inmediatamente después, el huevo se tornó rojo sangre.
La figura del conejo de Pascua también tiene un significado: el de la fertilidad (por la rapidez y facilidad con la que se reproducen). Así como Papá Noel, este animalito es un personaje que llega sin ser visto a las casas y deja huevos de colores escondidos para que los encuentren aquellos niños que se han portado bien.
A SUS MARCAS, LISTOS…
Los domingo de Semana Santa, miles de niños en el mundo se aventuran en parques y jardines (si el clima no lo permite, la “caza” se puede realizar en casa) a la búsqueda de la mayor cantidad de huevos posibles. En algunos lugares se acostumbra darle un premio a aquel que encuentra más.
En otros países se organiza otro tipo de concurso: una suerte de carrera en la que hay que hacer rodar los huevos. Esto supuestamente representa la piedra del sepulcro moviéndose para darle paso al recién resucitado Mesías.
PARA PONERSE CREATIVOS
Esta actividad de Pascua no es solo una excusa para divertirse al aire libre, sino también nos presenta la oportunidad de disfrutar de un momento en familia preparando y pintando los huevos.
Mientras algunos señalan que la costumbre de decorar los huevos data de la Edad Media, otros –como el conductor del programa “Famous Fat Dave” – dice que tiene un origen ancestral y que era una manera de representar y adorar al sol. De una u otra manera, actualmente es un pasatiempo muy popular en Europa, donde cada país ha desarrollado un estilo característico.
Tradicionalmente uno debería cocer o vaciar los huevos y luego pintarlos, aunque ahora en el mercado abundan huevos de pascua de chocolate o los de plástico, con pequeños juguetes y caramelos en el interior.
Si te animas a seguir esta costumbre en casa, a continuación te enseñamos cómo puedes crear convertir ciertas hierbas y alimentos en tintes naturales, según indica un artículo de “The Huffington Post”.
Para un tono dorado, utiliza un puñado de cáscaras de cebolla amarilla; para el amarillo, dos cucharadas de azafrán, media taza de caléndula o un puñado de cabezas de zanahoria ; para el verde, un poco de uña de caballo o fárfara; para el azul, hierba pastel o dos tazas de col roja picada; para el rosado, dos tazas de betarraga picada; para el morado, una taza de moras congeladas; y para el marrón, dos cucharadas de pozos de café o cuatro bolsas filtrantes de té negro.
Pon a hervir estos elementos (cada uno por separado) en dos tazas de agua. Luego, pasa los tintes a envases descartables y deja que enfríen. Agrégales dos cucharadas de vinagre. Después es momento de usar tu imaginación: puedes sumergir los huevos en uno o más tintes y/o hacerles diseños con la ayuda de un pincel.
Dos tips: mientras más tiempo permanezca el huevo en el tinte, más fuerte será el color que este tome. Si deseas un color más intenso aún, mete el envase del tinte con los huevos adentro dentro de la refrigeradora por unas cuantas horas.
Como ya hemos dicho, puedes optar entre cocer los huevos (bien hervidos) o por vaciarlos crudos. Ojo con un detalle: si decides hervirlos, para evitar “malos olores” te recomendamos que lo hagas, a lo mucho el día anterior. Por otro lado, el trabajar con cáscaras de huevo huecas es muy delicado si tienes hijos muy pequeños.
Y eso no es todo. Otra interpretación de la presencia del huevo en la Pascua es la ruptura del ayuno que según la religión Cristiana se debería seguir durante la Cuaresma. Resulta que entre el siglo IX y XVII, aproximadamente, la Iglesia prohibió el consumo de este alimento por considerarlo un tipo de carne. Entonces, con la celebración de la Resurrección, los cristianos se deleitaban con una serie de platos hechos a base de huevo.
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